Carrera global hacia las Cero Emisiones
En la carrera global hacia las cero emisiones, el foco se ha puesto, con justa razón, en la construcción de nuevos edificios sostenibles. Sin embargo, para alcanzar los objetivos climáticos, es crucial que los edificios existentes también se alineen con estas metas. Es aquí donde el mantenimiento y la operación eficiente juegan un papel fundamental en la descarbonización.
Más allá del diseño: la vida útil de los edificios
La operación diaria de los edificios representa hasta el 28% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
La buena noticia es que gran parte de estas emisiones puede ser mitigada a través de estrategias de mantenimiento eficiente y una operación más inteligente.
Invertir en el retrofitting es solo una parte de la ecuación, pero garantizar que los edificios operen de manera eficiente después de esas intervenciones es lo que realmente permite capturar todo el potencial de la descarbonización.
| 1. Monitoreo y análisis constante: la clave del éxitoImplementar tecnologías de monitoreo y gestión en tiempo real es esencial para reducir el consumo de energía. Los edificios equipados con sistemas avanzados de automatización pueden ajustar el uso de energía según la demanda, identificar ineficiencias y garantizar un consumo óptimo. Además, el uso de análisis predictivos permite anticiparse a fallas operativas y reducir tanto el desperdicio energético como el gasto económico. |
| 2. Mantenimiento preventivo: evitando el deterioro energéticoEl mantenimiento preventivo es esencial para garantizar que los sistemas energéticos y mecánicos continúen operando a máxima eficiencia. Equipos como sistemas HVAC y bombas de agua, que se descuidan, pueden aumentar el consumo de energía sin que los ocupantes siquiera lo perciban. Un plan de mantenimiento basado en datos operativos, y no en ciclos fijos, maximiza la eficiencia operativa y reduce las emisiones innecesarias. |
| 3. Involucrando a los ocupantes: más que un tema técnicoA menudo se pasa por alto el impacto que los usuarios de un edificio pueden tener en su desempeño ambiental. Capacitar a los ocupantes y al personal de operación para que adopten comportamientos sostenibles es fundamental. Pequeñas acciones como apagar luces, ajustar termostatos de manera consciente o reportar fugas, pueden marcar una diferencia significativa en el ahorro de energía y, por ende, en la reducción de emisiones. |
| 4. Certificaciones O+M: una herramienta para la mejora continuaLos edificios existentes tienen la oportunidad de certificarse bajo estándares como LEED v4.1 O+M (Operación y Mantenimiento), que garantiza que los edificios operen con criterios de sostenibilidad. Las certificaciones O+M no solo verifican la eficiencia en el uso de recursos, sino que también promueven una cultura de mejora continua que asegura que los edificios evolucionen con el tiempo, adaptándose a nuevas tecnologías y estándares más estrictos de carbono. |
Mirando hacia el futuro: edificios más inteligentes y sostenibles
La descarbonización del entorno construido no es un proceso que se limite a nuevas construcciones, sino que requiere que nuestros edificios existentes se conviertan en motores de sostenibilidad. Al centrar los esfuerzos en una operación y mantenimiento eficientes, no solo estamos reduciendo el impacto ambiental, sino también mejorando el valor operativo y económico de los inmuebles.
Invertir en tecnologías inteligentes y capacitar al personal y ocupantes de los edificios son dos estrategias claras para reducir las emisiones de carbono. Pero más allá de las acciones concretas, es esencial entender que estamos frente a una oportunidad única de transformar nuestra forma de gestionar los edificios existentes. Solo así podremos alinearnos con las metas de descarbonización global y ser parte activa del cambio hacia un futuro más sostenible.
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